El planeta y sus sistemas naturales han sido degradados a un ritmo sin precedentes. Nuestra forma de vivir, en particular nuestros sistemas alimentarios, de producción y consumo, son las razones principales. Sin embargo, aún hay oportunidades para dar un giro a esta situación y garantizar los medios de vida de millones de personas si todos trabajamos en conjunto para restaurar los ecosistemas para las generaciones presentes y futuras.